Tras tres horas de viaje en lancha y en un proceso conjunto con el Dagma retornaron a su hábitat natural las tortugas, boas y perros de monte que habían sido recuperados.
LAS ESPECIES ERAN VÍCTIMAS DEL TRÁFICO ILEGAL DE FAUNA
B - 260 Buenaventura, agosto 10 de 2017
Más de 80 animales, entre boas, perros de monte y tortugas, fueron liberadas en Isla Ají, zona rural de Buenaventura, como parte final del proceso de rehabilitación de animales que habían sido tenidos en cautiverio ilegal por personas.
La CVC, en conjunto con el Dagma de Cali, realizó este procedimiento de liberación teniendo en cuenta las condiciones de hábitat de las especies, de tal forma que puedan sobrevivir en su nuevo espacio y dejar nuevas generaciones.
Isla Ají queda a tres horas del casco urbano de Buenaventura en lancha, en el sector del río Naya, en límites con el departamento del Cauca. “Fue escogida porque está apartada de toda actividad humana, allí los animales no son tocados para nada. Tenemos áreas vírgenes para que ellos vuelvan a recuperar su actividad natural”, dijo Luis Enrique Villalba, técnico veterinario de la CVC.
Agregó que en el Valle se recupera una gran cantidad de animales silvestres, víctimas del tráfico ilegal. “Estos son llevados al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de la CVC San Emigdio, allí se ponen en cuarentena y se inicia el proceso de rehabilitación y cuando están listos los liberamos en sitios propicios para que sigan con su vida silvestre”, señaló.
La mayor parte de los animales son recuperados por la Policía Ambiental en operativos contra el tráfico ilegal de fauna silvestre. En esta ocasión, las tortugas y la boa más grande, la Imperator, hacen parte de una entrega voluntaria; mientras que la chocolate, de la especie Epícrates, fue hallada en la Torre de Cali.
Cuando se hace una liberación ya se ha adelantado un proceso previo de rehabilitación.
“Las condiciones en que llegan son regulares o malas porque las personas los alimentan de una forma no adecuada y esto les genera complicaciones de salud. Los estabilizamos, valoramos y decidimos si están aptos para salir. También determinamos si tienen enfermedades nutricionales o anemia, le cambiamos la dieta y los ayudamos para que desarrollen actividades propias de su especie”, explicó Delio Orjuela, veterinario de la ONG Pazanimal, Hogar de paso del Dagma.
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Redactó: Christian Mauricio Abadía Hinestroza – Comunicaciones CVC DAR Pacífico Oeste.
Revisó: Gustavo Trujillo-Hermann Bolaños- Wilson García
