ESTA ES LA HISTORIA DE ESMERALDA FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ, UNA CHOCOLATERA DE CAICEDONIA
Hoy están trabajando para lograr el sello verde, a través del acompañamiento de la CVC, con el fin de convertirse en un negocio verde.
B-232 Caicedonia, 5 de septiembre de 2022
Esmeralda Fernández Fernández es una pequeña agricultora de Caicedonia. Su emprendimiento empezó con un sueño: "producir los mejores chocolates del mundo", dice con orgullo.
Hace 7 años, en una finca de 12 hectáreas, comenzó a cristalizar ese anhelo. En ese entonces, tenía 4 plantas de cacao sembradas; hoy en día, hay 2000 de diversas variedades. "Si quiero producir los mejores chocolates del mundo, debo cosechar el mejor cacao del mundo", cuenta Esmeralda.
Ella es la pionera de Chocolates Esmeralda. Su fascinación por la chocolatería y la dedicación por el negocio de la familia, la llevó a perfeccionar su propia receta de chocolates rellenos, cuya cobertura la pinta a mano con anilina comestible para darle un toque especial a estos caramelos.
La empresa está ubicada en el barrio La Camelia, a orilla de carretera, 2 kilómetros antes de llegar a Caicedonia.
Junto con Esmeralda, trabajan sus padres y sus hermanos. También emplean mujeres del barrio, quienes cada 15 días recogen el cacao. “Este es un valor agregado de nuestra empresa: darle la oportunidad a algunas señoras del barrio para que se ganen unos pesos y solventen sus gastos personales”, afirma enfáticamente.
Otro valor agregado del negocio es que el cultivo es orgánico. "No aplicamos químicos porque eso acaba con el insecto polinizador y si no hay insecto, no hay cosecha de cacao" asegura la empresaria.
Chocolate de mesa y relleno
Una parte del cacao se comercializa a través de la cooperativa, otra con una asociación y la restante, Esmeralda la convierte en chocolates rellenos y chocolate de mesa, para venderlos entre su clientela.
El proceso productivo de Chocolates Esmeralda funciona así: los trabajadores hacen el corte de las mazorcas de cacao en el mismo cultivo. Allí, las descascarillan y las pepas las traen a la casa para su beneficio, en cajones de madera. Después de 8 días de fermentación, se llevan al sol para que se sequen.
Han sido siete años de aprendizaje para Esmeralda y la familia. Años de conocimiento, prueba y error. De ensayar hasta encontrar el punto ideal de sabor y consistencia; de lograr en todo este tiempo, tener entre sus cultivos unas 14 variedades de cacao especial y en toda la propiedad, contar con guaduales y áreas protectoras que corresponden a 4 de las 12 hectáreas de la finca.
Hoy están trabajando para lograr el sello verde, a través del acompañamiento de la CVC, para que el emprendimiento sea considerado negocio verde.
“El sello verde le da valor agregado a mi cultivo, al producto y, sobre todo, es garantía de que en nuestra finca cultivamos orgánicamente, con valor diferencial, es decir, el cultivo no es igual a otros”, concluye la señora Fernández.
Proyectó: Hernán Darío Hernández Jaramillo - Comunicaciones CVC
Revisó: María Alejandra Ríos Serna - Técnica Operativa DAR Centro Norte
Wilson García y Mauricio Guzmán Ferraro - Comunicaciones CVC
