AL PARECER LE DISPARARON DESDE UNA PISCÍCOLA
Durante varios días no tuvo como alimentarse pues, cuando se rescató, su condición corporal estaba muy deteriorada. Perdigones le produjeron, entre otras lesiones, una fractura en el ala izquierda. Vea la nota aquí: https://youtu.be/lk2Lj9liMqY
B-318 Buga, octubre 19 de 2021
En muy mal estado llegó un águila pescadora al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, CAV, de la CVC. Al examinarla, descubrieron que había sido herida con perdigones que le produjeron, entre otras lesiones, una fractura en el ala izquierda. El animal había sido rescatado en Buga y entregado a la CVC.
Todas las evidencias apuntan a que le dispararon por estar cerca de una piscícola, "dejándola mal herida por lo que durante varios días no tuvo como alimentarse. Cuando ingresó, su condición corporal estaba muy deteriorada", dice Luz Águeda Bernal, coordinadora del CAV San Emigdio de la CVC.
Para la experta del CAV, este atentado es especialmente indignante y una muestra de ignorancia ya que un águila pescadora no va a afectar un negocio piscícola.
De hecho la CVC también produce peces con los que está repoblando ríos y humedales y deja una parte de sus lagos sin proteger, para que animales como las águilas pescadoras puedan procurarse alimento y esto no representa una pérdida significativa de la producción, por eso, el ataque a este animal es indignante y absurdo.
"No debió haber llegado al CAV para recibir una atención médica, debería estar en su vida silvestre. Tenemos que entender que todos los seres vivos tenemos el mismo derecho de comer, de alimentarnos y debemos compartir el mismo hábitat", expresa.
Además del dolor que le producen y que le imposibilitan volar, explica que los perdigones representan otro grave peligro para el ave: "Son hechos de plomo y al estar dentro del cuerpo van a empezar a liberarse al torrente sanguíneo y van a causar una enfermedad con sintomatología casi siempre nerviosa, a largo plazo van a intoxicarla".
El pronóstico ahora es reservado, necesita una cirugía para extraer los perdigones pero eso siempre implica riesgos y en este caso, es imperativo que el animal recupere peso y ánimo para soportar la operación.
Ahora hay una luz de esperanza y es que el águila está comiendo los peces que le dejan los veterinarios del CAV, eso aumenta las probabilidades de que sobreviva a la extracción de los perdigones para luego planear su rehabilitación.